Aumentan las consecuencias graves en accidentes de tránsito con menores involucrados
En los últimos años, se ha observado una preocupante tendencia al alza en cuanto a las consecuencias graves y fatales de los accidentes de tránsito en los que se ven involucrados menores de 14 años que viajan como pasajeros. A pesar de los esfuerzos por garantizar la seguridad de los más jóvenes, las cifras son […]
En los últimos años, se ha observado una preocupante tendencia al alza en cuanto a las consecuencias graves y fatales de los accidentes de tránsito en los que se ven involucrados menores de 14 años que viajan como pasajeros. A pesar de los esfuerzos por garantizar la seguridad de los más jóvenes, las cifras son alarmantes.
En 2016, entró en vigor una ley que estipulaba que todos los menores de 12 años debían viajar en los asientos traseros de los vehículos en los que se transportaran. Esta medida se complementó en 2017 con la obligación de utilizar sistemas de retención infantil, como sillas para niños, hasta los 9 años. Inicialmente, estas regulaciones contribuyeron a la disminución de accidentes en los que se veían involucrados menores de 14 años, pero lamentablemente esa tendencia ha cambiado.
Aunque el total de niños lesionados en accidentes de tránsito ha permanecido por debajo de los niveles previos a la pandemia, han aumentado los casos de fallecimientos y lesiones graves en este grupo de edad, convirtiéndose en una de las principales causas de muerte. Según la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), un informe reciente revela que 36 menores de 0 a 14 años perdieron la vida y 262 resultaron gravemente heridos en accidentes de tránsito, marcando una tendencia al alza.
De estos trágicos incidentes, el 81% de los niños viajaba como pasajero en vehículos particulares, y 24 de ellos (67%) tenían menos de 12 años. Este dato es congruente con otro estudio de Conaset y la Asociación Chilena de Seguridad, que en 2021 alertó que solo un 33% de los infantes en Chile utiliza sillas de retención.
Estas cifras son un llamado urgente a la acción. La seguridad de nuestros niños es una responsabilidad compartida, y es fundamental promover el uso adecuado de sistemas de retención infantil y el respeto a las regulaciones de transporte para revertir esta preocupante tendencia.