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​Este viernes, un trágico incidente sacudió la sala de conciertos Crocus City Hall, ubicada en Krasnogorsk, a las afueras de Moscú, capital de Rusia. Una explosión seguida de un tiroteo dejó un número aún no confirmado de heridos y víctimas atrapadas en el interior del edificio.

Según testigos presenciales y vídeos compartidos en redes sociales, el incidente comenzó con la detonación seguida de un grupo de individuos vestidos con ropa de camuflaje irrumpiendo en el lugar, abriendo fuego indiscriminadamente con fusiles automáticos. La escena se convirtió en caos mientras la gente que asistía al concierto del grupo Piknik huía en medio del humo y el sonido de los disparos. Algunas imágenes muestran cuerpos en el suelo entre manchas de sangre, mientras que otras revelan una densa nube de humo negro saliendo del lugar y el colapso parcial del techo.

​Los servicios de emergencia están trabajando arduamente en la evacuación y evaluación del edificio, con aproximadamente 100 personas atrapadas, muchas de ellas en el techo, solicitando desesperadamente ayuda.

El gobernador, Andréi Vorobiov, se encuentra en el lugar coordinando una unidad especial de trabajo que incluye a efectivos del Escuadrón Especial de Respuesta Rápida de la Guardia Nacional y los antidisturbios para controlar la situación. Más de 70 ambulancias y equipos de bomberos están en acción para extinguir las llamas y prestar asistencia médica.

​Aunque algunos testigos informaron que se ordenó a las personas acostarse en el suelo para protegerse de los disparos durante unos 15 o 20 minutos, otros comenzaron a salir cuando ya no había peligro aparente.

​El alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, lamentó la tragedia y expresó sus condolencias a los seres queridos de las víctimas, mientras que la defensora del pueblo, Tatiana Moskalkova, calificó el incidente como un "ataque terrorista". Sin embargo, los servicios de seguridad rusos aún no han confirmado oficialmente la naturaleza del crimen, que sigue bajo investigación.

​La Casa Blanca y la Embajada del Reino Unido en Rusia también expresaron su pesar por el trágico evento, con el asesor de Seguridad Nacional de EE. UU., John Kirby, describiendo las imágenes como "simplemente horribles y duras de ver".

El Crocus City Hall, con capacidad para unas 6.000 personas, estaba albergando un concierto en el momento del incidente, aunque no se ha confirmado cuántas personas estaban presentes.

Este ataque se produce en medio de advertencias previas de embajadas extranjeras sobre posibles atentados en la capital rusa. A principios de mes, la Embajada de Estados Unidos en Rusia había instado a sus ciudadanos a evitar lugares concurridos. El presidente ruso, Vladimir Putin, había calificado estos avisos como intentos de intimidación.

​Hasta el momento, no se ha identificado a ningún grupo que haya reivindicado la autoría de este terrible acto, que ya se considera el peor ataque terrorista en Rusia en las últimas dos décadas.